HISTORIA DE LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

¿Cuándo empezó la gente a comer de forma sana?

Los hábitos alimenticios de los humanos se han transformado a lo largo de la historia. Al principio, nuestros ancestros se alimentaban de frutas y semillas, así como de carne de animales que cazaban.

Hace 800.000 años aprendieron a usar el fuego, lo que les permitió masticar mejor y aprovechar más los nutrientes de los alimentos de origen vegetal y animal. Entre los años 8.000 a 1.000 a.C. surgieron la agricultura y la ganadería, con una dieta basada principalmente en cereales integrales que se complementaban con poca cantidad de legumbres, verduras, lácteos, carne, pescado y frutas de temporada. Los cereales se caracterizan por su alto valor calórico y se convirtieron en el alimento principal de las diferentes culturas (maíz en América, trigo en Europa y arroz en Asia).

A partir del siglo XIX, con la Revolución industrial, se incrementó la disponibilidad de alimentos y se consumieron más productos de origen animal. Ya en el siglo XX se consolidó la nutrición como una ciencia y se empezaron a realizar estudios epidemiológicos que vinculan la salud con el tipo de dieta, como el caso de la dieta mediterránea o los efectos nocivos de una alimentación poco saludable. Así, aunque la idea de comer bien ha estado presente durante mucho tiempo en la historia humana, el concepto actual de “comer sano” como lo conocemos hoy en día se empezó a desarrollar en el siglo XX.

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¿Quién modernizó la alimentación saludable?

La modernización de la alimentación saludable es un esfuerzo colectivo y continuo de numerosos individuos, organizaciones y empresas. No se puede atribuir a una sola persona. Sin embargo, hay varias tendencias y movimientos que han influido en la evolución hacia una alimentación más saludable y sostenible.

Por ejemplo, el movimiento “Realfooding” defiende la divulgación y consumo de comida sencilla, evitando los alimentos procesados. Además, organizaciones como la Organización Panamericana de la Salud proporcionan liderazgo y cooperación técnica a los Estados Miembros en materia de nutrición saludable.

También hay empresas que se esfuerzan por desarrollar productos saludables. Por ejemplo, Danone se ha reinventado continuamente para desarrollar productos saludables y responsables.